Santo Tomás de Villanueva (1486-1555). Agustino. Arzobispo de Valencia. Nació en Fuenllana (Ciudad Real) y realizó sus estudios en Villanueva de los Infantes, y teología y Sagrada Escritura en la Universidad de Alcalá de Henares. Después ingresó en el convento de san Agustín de Salamanca. Se distinguió como predicador, recibiendo el título de «predicador real», por parte del emperador Carlos V. Es considerado el Padre de los pobres, por su ayuda a los necesitados. En muchos de sus sermones aparecen ejemplos observados en la naturaleza, por ejemplo en el mundo de las abejas, aplicables a la vida espiritual. Como ejemplo de ellos se mencionan:
“Oh buen Dios, qué grande era el fervor de aquellos primeros conversos a la fe! ¡Cómo acudían a Jesús desde todos los lugares, como abejas al panal de miel!” (Sermón 7,11. Viernes Santo. Vol. 1, pag. 137)
“Ardieron con el aliento de Dios unos corazones hasta entonces espinosos y, como abejas en el panal, ellos se juntaron todos en torno a Cristo” (Sermón 10. Adviento II. Vol. 1, pag. 179)
“Mira que están ya entrando en la ciudad de Jerusalén y preguntan: ¿Dónde está el recién nacido rey de los judíos? En seguida entrarán en casa y te rodearán como abejas al panal, pues de ellos escribió el Profeta: Me rodearon como abejas, ardiendo como fuego en las zarzas, y yo en el nombre del Señor tomé venganza de ellos (Sal 117,12). Cual abejas en derredor del panal: ¡qué símil más apropiado de esta adoración! ¡Abejas en torno al panal de miel!” (Sermón 246,7. Epifanía. Vol. 6, pag. 391)
“Una virgen devota debe parecerse lo más posible a una abeja que volando lejos de su colmena, va seleccionando por todas partes hermosas flores y de ellas, encerrada en su colmena, saca la miel”. (Sermón 312, 7. Santa Dorotea, virgen y mártir. Vol. 8/1, pag. 325)
“¡Oh mundo! Si sois rico, todos se allegan como abejas a la miel, el pariente mejor. Si sois pobre, nos dicen que los afrentamos, no halláis a nadie pariente, que sois deshonra de linajes” (Sermón 12 /144, 7. Martes de la semana de pasión. Vol. 9, pag. 491)