Los enemigos de las abejas son muchos y de distintos órdenes: insectos, mamíferos, reptiles, anfibios, aves e incluso flores de algunas plantas. También la actividad humana pone en peligro la integridad de las abejas. En el museo hay un apartado dedicado a ellos, con la exposición filatélica que se muestra a continuación:

Insectos

Sellos de la exposición

Mariposa “cabeza de muerto”
Entra en las colmenas al anochecer para apoderarse de la miel.
Avispas
Las avispas son cazadoras de abejas. Las esperan en sus colmenas y las atrapan para llevárselas a sus nidos. También viven el colmenas, con una reina pero no elaboran productos que pueden ser interesantes desde el punto de vista humano. Tienen un aguijón que no está conectado a su intestino, por lo que puede picar tantas veces como quiera sin morir.
Mantis religiosa
Manteniéndose inmóvil junto a las flores, captura a las abejas mientras están libando.
Hormigas
Penetran en las colmenas para robar miel o hacer sus nidos.
Avispones
Cazan a las abejas al vuelo secando el abdomen del resto para llevar al nido la bolsa melaria. El más perjudicial: el “lobo de las abejas”.
Arañas
Al colocar sus telas cerca de las flores que visitan las abejas, acaban atrapándolas.

Mamíferos

Sellos de la exposición

Osos
Es de todos conocido que al oso le encanta la miel y destroza las colmenas al saciar su apetito. Allí donde hay osos los apicultores colocan sus colmenas protegidas del él: construyen muros de piedra infranqueables para el oso.
Ratones
Durante el invierno se introducen en las colmenas buscando refugio y alimento. Destruyen la cera, comen la miel y pueden hacer desaparecer la colmena en poco tiempo. Las abejas están aletargadas por el frío y no se pueden defender.

Aves

Sellos de la exposición

Abejaruco
Gran volador: gira hacia adelante o hacia atrás , permaneciendo inmóvil para lanzarse sobre su víctima. Muy voraz: puede comerse de una sentada cien abejas.
Picamadero
Su pico largo permite perforar las colmenas con facilidad. Con su prolongada lengua atrapa las abejas chupando sus intestinos. Actúa en invierno cuando le resulta difícil encontrar otro alimento y los agujeros que realiza pueden enfriar la colmena. En ocasiones atrapan a la reina en pleno vuelo nupcial, dejando a la colmena huérfana.
Vencejos y golondrinas
Giran en rápidos vuelos sobre las colmenas atrapando gran cantidad de abejas, incluso reinas jóvenes en su vuelo nupcial.

Reptiles

Sellos de la exposición

Lagartos, lagartijas y culebras
Solo comen abejas muertas o enfermas, especialmente los cadáveres de los zánganos, retirándolos hacia sus cueva donde los devoran.

Anfibios

Sellos de la exposición

Sapos
Grandes consumidores de abejas con su larga lengua a las que atrapan. Alejando la piquera del alcance del sapo se evita y así pueden actuar beneficiosamente ya que limpian el campo de numerosos parásitos nocivos

Plantas

Sellos de la exposición

Flores que cierran sus pétalos o con miel venenosa, como la “letanía” y la “flor cepo”

 

Insectos invasores

La Avispa Velutina
La avispa velutina es originaria de Asia y su llegada a Europa es un grave problema para los apicultores: son más grandes que la avispa común y también más voraces. Son capaces de atrapar a las abejas en pleno vuelo y llevar la presa a sus nidos donde son alimento para las larvas de las avispas.
Las avispas velutinas, además de insectos, también comen néctar y frutas maduras, por lo que son también un problema para agricultores pues destrozan los frutos de árboles frutales o la uva de las vides.

Abeja atrapada por una avispa velutina
Nido de avispas velutinas

Plagas

Varroa
Varroa es un ácaro que produce la enfermedad denominada varroosis. Es un parásito que usa a la abeja adulta como medio de transporte para  extenderse. Se nutre de sus estadios larvales y pupales (cría abierta y operculada).
La hembra pone sus huevos en las celdas de zánganos y obreras, entrando a las mismas horas antes del operculado. Al entrar se sitúa en el fondo de la celda con el propósito de no ser eliminada por las abejas obreras limpiadoras.
El primer síntoma es que encontramos abejas con alas deformes,  de tamaño reducido, que no pueden volar.
La fuente de infestación está dada por la abeja adulta, especialmente. La abeja adulta pecoreadora con un parásito que por deriva entra a otra colmena , produciéndose el contagio por contacto. El parásito sobre su hospedador vive dos a tres meses en verano, y de cuatro a seis meses en invierno.
Puede destruir las colmenas, lo que ocurre generalmente durante el invierno. La plaga se inició en Filipinas y se ha expandido ampliamente por el mundo, constituyéndose en la mayor amenaza para la rentabilidad de las explotaciones apícolas y del medio ambiente en general.

varroa_abeja

Abeja con alas deformes por la varroa

Infectación de la varroa desde el abdomen de la abeja a la celda.

Abeja con varroas en su abdomen

Pupa infectada con varroa

El Halcón abejero

Se trata de una inusual ave rapaz, estival en nuestro país, que obtiene el 90% de su dieta de los nidos de avispas y abejas silvestres. Vigila y sigue a los insectos, agujerea sus nidos y se come la miel, las larvas y los adultos. El denso plumaje de las patas y sus fuertes escamas les protegen de las picaduras.

Halcón abejero ha capturado un panal

Halcón abejero saboreando la miel de la colmena

Halcón abejero capturando abejas

El Tejón

Mide unos 75 cm de largo por 45 de alto. Está recubierto de abundante pelaje de color gris. Sus patas son negras. La cabeza tiene franjas blancas en la frente y en las mejillas. Es un animal zapador, para lo que utiliza sus fuertes garras. De costumbres nocturnas, construye profundas galerías subterráneas. Su dieta alimenticia se basa en raíces, cereales, frutas, insectos, reptiles y miel. Para conseguirla provoca grandes destrozos en los colmenares, sobre todo en los antiguos.

Tejón presente en el museo

Actividad humana

Actividad humana
Los pesticidas agrícolas ocasionan todos los años una gran mortandad. Los neonicotinoides, el tipo de pesticida agrícola más habitual en el mundo afecta degativamente a la salud de las abejas. La Unión Europea ha prohibido tres de estos productos desde 2018, pero es insuficiente. Y los sustitutos también podrían plantear problemas. Les acompañan gran cantidad de sustancias tóxicas que pasan a las abejas produciendo desde infertilidad hasta daños en su sistema nervioso. Es preciso regular esta actividad tan peligrosa para el propio ser humano por la pérdida de gran número de las abejas y su gran acción polinizadora, imprescindible para la supervivencia humana.

Cuadros del museo presentando algunos enemigos de las abejas

Cuadro sobre abejarucos, enemigos de la abejas
Cuadro con fotografías de abejarucos 1
Cuadro con fotografías de abejarucos 2
Cuadro del museo dedicado a picarrelinchos y picapinos, enemigos de las abejas
Cuadro del museo que muestra abejas atrapadas por arañas
©  El museo de las abejas  –  2024  –  Félix Herrero  ~ José Antonio Gómez